Os voy a hablar de la única manifestación
folclórica infantil en el TEATRO, los
títeres de cachiporra.
Cuando los comentamos en la clase
de Literatura me recordaron a un “teatro de marionetas” que hubo en mi colegio
cuando yo acababa la etapa de Educación Infantil, tengo un trozo de la obra
grabada y os la he colgado, siento que no esté entera pero es suficiente para
ver algunas de sus características reflejadas en ella.
Os la pongo porque me resultó tan familiar lo que nos estaban explicando, que parecía que me estaba contando aquella obra de títeres que vi cuando era niña y que la profesora no pudo ver para contarme tantas coincidencias.
Antes de nada, os diré lo que son
para que lo podáis entender mejor:
Antiguamente hacían
representaciones anunciadas, iban con un carro por los diferentes lugares para su representación. Al
principio se hacían con palos y ahora se hacen de plástico.
En el guión principal se cambia
los personajes pero no los roles.
Siempre podemos encontrar: El
protagonista, el antagonista y el objeto de la discordia à con esto se forma la
historia.
Primero se presenta el protagonista:
“Soy Panchito” luego a su objeto o persona a la que quiere (Princesa) y empatiza
con los niños. Por algún motivo se tiene que ir
y viene el malo y roba lo que quiere, el
público llama a “Panchito” y le dice que se lo ha llevado, entonces comienza un
diálogo con éste.
- ¿Por dónde se ha ido?
- ¡Por allí!
- ¿Dónde esta?
- ¡Arriba!
Panchito con la ayuda de los niños
vence al malo, le pega con la cachiporra y salva a la princesa, en muchas
ocasiones el malo suele arrepentirse y pide perdón, para resolver el conflicto
se pregunta de nuevo al público:
- ¿Le perdonamos?
- Siii (o) nooo
- ¿Qué hacemos?
Aquí os dejo el vídeo:
¡Qué vídeo más chulo! Me encanta que mis clases remuevan recuerdos en vosotras. Anotado también.
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